Como su nombre indica es obtenida del pescado conocido como Maruca o Rosada, una especie de pez gadiforme propia del océano Atlántico que vive en aguas profundas y rocosas. Sus huevas son exquisitas, diferenciadas de las de otros pescados por su consistencia, suavidad y sabor. Tienen un textura bastante carnosa pero tierna, al contrario que las huevas de otros peces que son más gomosas. Su sabor mantiene el propio del salazón, sin que se camuflen los sabores originales del mar.
Su elaboración es natural, artesanal y sencilla, introduciéndolas prensadas un tiempo en sal para que pierdan toda el agua. Su secado se realiza bajo el sol, donde consiguen un color rosado muy llamativo.
Las huevas de maruca son ideales como aperitivo. Como se adquieren y sirven en salazón, lo ideal es degustarlas en finas lonchas solas o rociándolas con un poco de aceite de oliva extra. En ocasiones también se pueden usar para enriquecer ensaladas o pastas.